A continuación, os presentamos un cuento que han realizado cooperativamente todos los alumnos y alumnas de valores sociales y cívicos durante una sesión. Espero que os guste.
Antonio.
LA PRINCESA
DIENTESROSAS
Érase
una vez una chica que tenía los dientes rosas. Vivía en
un castillo
encantado sobre la montaña Monte colmillo, la
más alta de pueblo de
sol.
La
chica tenía un nombre muy particular, se llamaba Elsa,
pero los
habitantes del pueblo la llamaban DienteRosa.
Los
habitantes eran personas muy amables pero se reían de
Elsa por sus
dientes y, a veces, eran muy desagradables con
ella.
Elsa
vivía con su amiga Dragonilla, una dragona que era una
tragona, pero
no escupía fuego, sino fresas rosas que sabían
a algodón de
azúcar. A Elsa le encantaba comer las fresas
rosas de algodón de
azúcar de su amiga. Por eso tenía los
dientes siempre rosas.
Un
día, Elsa se miró al espejo y vio que tenía los dientes
rosas y
que por eso los habitantes se reían de ella.
Entonces,
Elsa se enfadó con Dragonilla porque decía que
era culpa suya al
darle tantas fresas rosas con sabor a
algodón de azúcar.
Dragonilla,
muy enfadada, destrozó el castillo y, sin querer,
hizo daño a Elsa
al pisarla en el salón principal. Del susto,
Dragonilla se desmayó
y se golpeó contra la mesa de cristal
en la que comía la princesa
cada mediodía.
Cuando
Elsa vio a Dragonilla con los cristales se puso muy
triste y ella
empezó a curarla con sus lágrimas sinceras de
amor hacia su amiga.
Después,
Elsa fue a llamar a los habitantes del pueblo para
que la ayudaran a
llevarla a un hospital con un carro mágico
tirado por una alfombra
mágica con mucho músculo.
Pero
ellos, cuando la vieron se reían sin parar y creían que
no era
verdad lo que estaba contando la princesa sobre su
amiga y decidieron
interrogarla durante tres horas.
Finalmente,
decidieron ayudarla y llevaron a Dragonilla al
hospital. Se recuperó
rápidamente aunque le dijeron que
guardara reposo durante tres días.
Como agradecimiento,
Dragonilla comenzó a repartir fresas con sabor
a algodón de
azúcar a todos los habitantes que acabaron con los
dientes
rosas y dejaron de reírse de la querida princesa Elsa.
Colorín
colorado, este cuento se ha acabado.
